Adaptarse al clima

Vitrina 19

Los cambios climáticos del Cuaternario afectaron a la distribución geográfica de la fauna y la flora, a su presencia y abundancia en un territorio, o condujeron a su rarificación, migración y desaparición.
En periodos fríos alternaron las formaciones vegetales abiertas de matorrales y estepas con bosques de pino salgareño o negral. En los momentos cálidos se expandieron los bosques de pino carrasco, carrascas, robles y matorrales de coscoja y lentisco.
La particular localización de la Península Ibérica la convirtió en un área de refugio para animales y vegetales como el leopardo y el pino piñonero, o el romero. Por otra parte, las condiciones templadas del Mediterráneo explicarían la ausencia en esta zona del reno, el rinoceronte lanudo y el abedul, especies presentes en el Cantábrico y en otras partes de Europa.

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