El misteri de la cova
[page-n-1]
¡LA BIBLIOTECA A TU ALCANCE!
Lee la historia de Ásip y Désip y después contesta verdadero o falso
“EL MISTERIO DE LA CUEVA”
Hace muchos, muchos años, antes de que se inventaran las casas, los pisos
o los coles, la vida era muy diferente de la nuestra. Pero mejor que os lo
cuenten dos niños como vosotros que vivieron en aquella época: Désip,
una niña de cinco años y su hermano Ásip, de seis años. Su casa era una
gran cueva, que compartían con toda su familia: sus padres, sus tíos, sus
abuelos…
Désip: Ásip, ¿me acompañas al río a buscar piedras para el abuelo?
Ásip: Vale, porque practicando el tiro se me han roto unas cuantas puntas
de flechas y necesito que el abuelo haga más.
Désip: De camino podemos recoger piñones y madroños, y esa planta tan
dulce que el abuelo llama «parachuparselosdedos».
1
[page-n-2]
Narrador: En aquella época encendían hogueras para tener luz y
calentarse cuando hacía frío, llevaban vestidos hechos de piel que cosían
con agujas y punzones de hueso y, como no había tiendas ni
supermercados, cada día, al salir el sol, Ásip, Désip y su familia, iban en
busca de comida. Los niños acompañaban a los mayores y así aprendían a
recolectar y cazar. De vez en cuando, también se acercaban hasta la playa
para pescar y recoger conchas con las que se hacían collares. Pero lo que
más les gustaba a Ásip y Désip era entrar en la cueva sagrada, donde se
pintaban marcas mágicas en el cuerpo y dibujaban cabras, ciervos, toros,
caballos y otros animales sobre piedras planas.
Una noche, Ásip no podía dormirse, porque había escuchado un ruido muy
extraño.
Ásip: ¡Uy, qué miedo! ¡Qué ruido tan extraño! ¿Será un monstruo come
piedras que se quiere comer nuestra cueva?
Narrador: Muerto de miedo se levantó y fue hacia el lugar de donde venía
aquel ruido...
Ásip: ¡Qué raro! Sólo veo los palos de madera que protegen la entrada de
la cueva y un pequeño agujero en la pared… ¡y un monstruo no cabe ahí
dentro! Creo que mejor me vuelvo a la cama.
Narrador: Ásip volvió a acostarse pero le costó dormirse porque no podía
dejar de pensar en aquel ruido y en aquel monstruo.
A la mañana siguiente…
Ásip: ¡Désip, Désip, creo que hay un monstruo en la pared! ¡Anoche oí que
hacía «crac, crac, crac» como si se estuviera comiendo la cueva!
Désip: ¡Ja, ja, ja!¡No seas bobo! ¡Cómo va a existir un monstruo que coma
piedras! ¿De dónde salía el ruido?
Ásip: ¡Mira, el ruido salía de aquí!
Désip: Pues vamos a meter un palo a ver qué pasa.
Ásip: ¡Hala, mira el palo, tiene un agujero! ¡Vuelve a meterlo a ver si sale
el monstruo!
2
[page-n-3]
Ásip: ¡Hala! ¡Ahora hay dos agujeros!
Désip. ¡Uy! Esto ya me parece muy raro. Vamos a contárselo al abuelo,
que seguro que él sabe de qué se trata.
Los dos niños a la vez: ¡Abuelo, abuelo!
Désip: ¡Hemos metido este palo de madera en un agujero de la pared
porque oíamos un ruido extraño y al sacarlo tenía estos dos agujeros!
Ásip: ¿Quién los ha hecho, abuelo? ¿Un monstruo come piedras, verdad?
Abuelo: ¡Ja, ja, ja!… ¡No, qué va! Los monstruos no existen. Esos agujeritos
y ese ruido los hace un insecto muy pequeño que se llama carcoma y no
come piedras, sino madera.
Ásip: Jooo, abuelo, con tantas cosas que nos cuentas, nunca nos habías
hablado de la «carco…», bueno, sobre ese insecto.
Abuelo: Carcoma, se llama carcoma, y menos mal que la habéis
encontrado. Seguramente seguirá dentro del palo. Lo mejor será que lo
tiréis bien lejos para que no se coma el resto de cosas que tenemos de
madera. Si no nos quedaremos sin lanzas, sin palos para encender fuego,
sin la leña para calentarnos ¡con el frío que hace en invierno!
Ásip: No te preocupes abuelo. Lo voy a lanzar muuuuuy lejos.
Narrador: Y así fue como Ásip y Désip salvaron a la familia de aquel
insecto comedor de madera.
Si queréis descubrir más historias como ésta, podéis venir a la Biblioteca
del Museo de Prehistoria y disfrutar de un montón de libros con los que
aprenderéis muchas cosas sobre la Prehistoria. Además os los podréis
llevar prestados a casa. ¡Venid pronto porque mil y una aventuras os están
esperando!
3
[page-n-4]
¿Verdadero o falso? Redondea la respuesta correcta:
1) Ásip y Désip vivían en una cueva sólo con sus padres.
Verdadero Falso
2) Ásip tiene 5 años.
Verdadero Falso
3) Los niños acompañaban a los mayores para aprender a cazar y a
recolectar.
Verdadero Falso
4) Una noche Désip no podía dormirse porque escuchaba un ruido muy
extraño.
Verdadero Falso
5) Désip le cuenta a Ásip que hay un monstruo come piedras en la cueva.
Verdadero Falso
6) El abuelo les dice que el insecto come madera.
Verdadero Falso
7) Ásip y Désip salvan a su familia de aquel insecto.
Verdadero Falso
BIBLIOTECA INFANTIL DEL MUSEU DE PREHISTÒRIA DE VALÈNCIA
MATERIAL DIDÀCTICO PALEOLÍTICO
4
[page-n-5]
¡LA BIBLIOTECA A TU ALCANCE!
Lee la historia de Ásip y Désip y después contesta verdadero o falso
“EL MISTERIO DE LA CUEVA”
Hace muchos, muchos años, antes de que se inventaran las casas, los pisos
o los coles, la vida era muy diferente de la nuestra. Pero mejor que os lo
cuenten dos niños como vosotros que vivieron en aquella época: Désip,
una niña de cinco años y su hermano Ásip, de seis años. Su casa era una
gran cueva, que compartían con toda su familia: sus padres, sus tíos, sus
abuelos…
Désip: Ásip, ¿me acompañas al río a buscar piedras para el abuelo?
Ásip: Vale, porque practicando el tiro se me han roto unas cuantas puntas
de flechas y necesito que el abuelo haga más.
Désip: De camino podemos recoger piñones y madroños, y esa planta tan
dulce que el abuelo llama «parachuparselosdedos».
1
[page-n-2]
Narrador: En aquella época encendían hogueras para tener luz y
calentarse cuando hacía frío, llevaban vestidos hechos de piel que cosían
con agujas y punzones de hueso y, como no había tiendas ni
supermercados, cada día, al salir el sol, Ásip, Désip y su familia, iban en
busca de comida. Los niños acompañaban a los mayores y así aprendían a
recolectar y cazar. De vez en cuando, también se acercaban hasta la playa
para pescar y recoger conchas con las que se hacían collares. Pero lo que
más les gustaba a Ásip y Désip era entrar en la cueva sagrada, donde se
pintaban marcas mágicas en el cuerpo y dibujaban cabras, ciervos, toros,
caballos y otros animales sobre piedras planas.
Una noche, Ásip no podía dormirse, porque había escuchado un ruido muy
extraño.
Ásip: ¡Uy, qué miedo! ¡Qué ruido tan extraño! ¿Será un monstruo come
piedras que se quiere comer nuestra cueva?
Narrador: Muerto de miedo se levantó y fue hacia el lugar de donde venía
aquel ruido...
Ásip: ¡Qué raro! Sólo veo los palos de madera que protegen la entrada de
la cueva y un pequeño agujero en la pared… ¡y un monstruo no cabe ahí
dentro! Creo que mejor me vuelvo a la cama.
Narrador: Ásip volvió a acostarse pero le costó dormirse porque no podía
dejar de pensar en aquel ruido y en aquel monstruo.
A la mañana siguiente…
Ásip: ¡Désip, Désip, creo que hay un monstruo en la pared! ¡Anoche oí que
hacía «crac, crac, crac» como si se estuviera comiendo la cueva!
Désip: ¡Ja, ja, ja!¡No seas bobo! ¡Cómo va a existir un monstruo que coma
piedras! ¿De dónde salía el ruido?
Ásip: ¡Mira, el ruido salía de aquí!
Désip: Pues vamos a meter un palo a ver qué pasa.
Ásip: ¡Hala, mira el palo, tiene un agujero! ¡Vuelve a meterlo a ver si sale
el monstruo!
2
[page-n-3]
Ásip: ¡Hala! ¡Ahora hay dos agujeros!
Désip. ¡Uy! Esto ya me parece muy raro. Vamos a contárselo al abuelo,
que seguro que él sabe de qué se trata.
Los dos niños a la vez: ¡Abuelo, abuelo!
Désip: ¡Hemos metido este palo de madera en un agujero de la pared
porque oíamos un ruido extraño y al sacarlo tenía estos dos agujeros!
Ásip: ¿Quién los ha hecho, abuelo? ¿Un monstruo come piedras, verdad?
Abuelo: ¡Ja, ja, ja!… ¡No, qué va! Los monstruos no existen. Esos agujeritos
y ese ruido los hace un insecto muy pequeño que se llama carcoma y no
come piedras, sino madera.
Ásip: Jooo, abuelo, con tantas cosas que nos cuentas, nunca nos habías
hablado de la «carco…», bueno, sobre ese insecto.
Abuelo: Carcoma, se llama carcoma, y menos mal que la habéis
encontrado. Seguramente seguirá dentro del palo. Lo mejor será que lo
tiréis bien lejos para que no se coma el resto de cosas que tenemos de
madera. Si no nos quedaremos sin lanzas, sin palos para encender fuego,
sin la leña para calentarnos ¡con el frío que hace en invierno!
Ásip: No te preocupes abuelo. Lo voy a lanzar muuuuuy lejos.
Narrador: Y así fue como Ásip y Désip salvaron a la familia de aquel
insecto comedor de madera.
Si queréis descubrir más historias como ésta, podéis venir a la Biblioteca
del Museo de Prehistoria y disfrutar de un montón de libros con los que
aprenderéis muchas cosas sobre la Prehistoria. Además os los podréis
llevar prestados a casa. ¡Venid pronto porque mil y una aventuras os están
esperando!
3
[page-n-4]
¿Verdadero o falso? Redondea la respuesta correcta:
1) Ásip y Désip vivían en una cueva sólo con sus padres.
Verdadero Falso
2) Ásip tiene 5 años.
Verdadero Falso
3) Los niños acompañaban a los mayores para aprender a cazar y a
recolectar.
Verdadero Falso
4) Una noche Désip no podía dormirse porque escuchaba un ruido muy
extraño.
Verdadero Falso
5) Désip le cuenta a Ásip que hay un monstruo come piedras en la cueva.
Verdadero Falso
6) El abuelo les dice que el insecto come madera.
Verdadero Falso
7) Ásip y Désip salvan a su familia de aquel insecto.
Verdadero Falso
BIBLIOTECA INFANTIL DEL MUSEU DE PREHISTÒRIA DE VALÈNCIA
MATERIAL DIDÀCTICO PALEOLÍTICO
4
[page-n-5]
Back to top